Durante esta década hemos sido más que una escuela: hemos sido una comunidad que educa, acompaña y transforma vidas.
Hace una década, nuestra institución abrió sus puertas con un sueño claro: ofrecer una educación de calidad, centrada en valores, con un enfoque humano y con la firme convicción de que cada estudiante puede ser protagonista de su propio aprendizaje, para orgullo de Cajamarca y el Perú. Desde entonces, cada aula, cada lección y cada encuentro han sido oportunidades para sembrar conocimiento y esperanza. Pero desde luego, el camino no fue fácil. A tan solo cinco años de haber iniciado el camino, la pandemia golpeó de tal manera que todo hacía pensar que esta joven institución sucumbiría ante la situación socio-económica del país, pero sobre todo, ante el despiadado y fulminante ataque y satanización hacia las escuelas privadas y sus políticas educativas. Muy por el contrario, la crisis se tradujo en oportunidad, y como muchos, tuvimos que adaptarnos a la virtualidad, para después pasar a la nueva presencialidad y a sus exigencias tecnológicas, y finalmente a una educación híbrida. Esta realidad exige promotores, directivos, maestros y familias a la altura de una primera década que ha configurado la educación y la axiología de la institución de cara a lo que viene. Bilingüismo, bachillerato internacional, reconocimiento como colegio referente de Google, son algunas de las condiciones que ya están en camino y prometen seguir elevando el nivel y mejorando la oferta educativa en la ciudad.
Este primer decenio es motivo de alegría, pero también un llamado a renovar nuestro compromiso. Nos proyectamos hacia el futuro con la convicción de seguir creciendo, de fortalecer la innovación pedagógica y de mantenernos a la vanguardia de la educación, sin perder nunca nuestra esencia humanista. Celebramos el valor de nuestra comunidad educativa, que sin duda, va más allá de la búsqueda de resultados académicos, para centrarse en lo más importante: haber construido una comunidad educativa sólida y comprometida. Una comunidad que no sólo enseña contenidos, sino que busca formar ciudadanos con valores, preparados para enfrentar los retos del presente y del futuro. Celebramos con gratitud y esperanza. Gratitud hacia quienes han sido parte de este camino —estudiantes, docentes, familias y directivos— y esperanza porque sabemos que los próximos años estarán llenos de nuevas oportunidades para seguir cumpliendo nuestra misión: formar personas íntegras, críticas y comprometidas con la sociedad.
¡Felices 10 años de vida institucional! 🎂🎓
